¿Por qué es importante que los niños de 4 a 7 años naden con su profesor y no con mamá o papá? 🏊‍♀️👧

En nuestras clases de natación, creemos que cada niño, independientemente de sus necesidades o habilidades, merece un espacio seguro y enriquecedor para aprender. A la hora de enseñar a nadar, es fundamental que los niños de 4 a 7 años lo hagan bajo la guía de un profesor capacitado, y no con sus padres en el agua. Esta metodología no solo les beneficia a nivel de independencia, sino que también es clave en procesos de inclusión, especialmente para niños con TEA, déficit atencional o alguna discapacidad.

Beneficios para todos los niños, incluyendo aquellos con necesidades especiales:

  1. Fomenta la independencia: Al estar en el agua con un profesor y sin la presencia inmediata de sus padres, los niños, incluidos aquellos con TEA o déficit atencional, tienen la oportunidad de fortalecer su confianza en sí mismos. En el entorno de la piscina, el profesor crea un espacio seguro y estructurado que permite que cada niño desarrolle su autonomía, mientras se le brinda el apoyo necesario.
  2. Promueve la concentración y el enfoque: Los niños con déficit atencional u otras necesidades especiales a menudo se benefician de una estructura clara y de un entorno sin distracciones. Al trabajar con un profesor, se sigue una rutina que les ayuda a mantener el enfoque y la concentración en las actividades, algo que puede ser más difícil de lograr si los padres están directamente involucrados en la clase.
  3. Desarrolla la autonomía: La natación es una herramienta poderosa para enseñar a los niños a ser más autónomos. Para aquellos con discapacidades o TEA, la repetición de movimientos y la constancia en las instrucciones del profesor les permite desarrollar habilidades a su propio ritmo, brindándoles un sentido de logro personal que fortalece su autoestima.
  4. Seguridad y apoyo adaptado: Los profesores están capacitados para adaptar las clases a las necesidades de cada niño, asegurándose de que reciban la atención personalizada que requieren. En el caso de niños con TEA o discapacidades físicas, el profesor sabe cómo guiarlos con técnicas que promuevan su seguridad en el agua, al tiempo que respetan su ritmo de aprendizaje y sus capacidades individuales.
  5. Inclusión y socialización: La natación también ofrece una oportunidad única para que los niños con necesidades especiales interactúen con otros niños en un entorno inclusivo. Estar con su profesor y con sus compañeros promueve la socialización, enseña el respeto por el espacio de los demás y refuerza el sentimiento de comunidad, ayudando a que cada niño se sienta valorado y parte del grupo.

Qué estás buscando?